Norman McLaren

Uno de los grandes gurús de la animación experimental. Nació en 1914 en Escocia, aunque vivió la mayor parte de su vida en Canadá. Además de su conocido trabajo con la técnica de pixilación y stop motion, premiado incluso con un Oscar (Neighbours, 1952), McLaren realizó maravillosos trabajos experimentales sobre el diálogo entre la imagen animada y el sonido. Simplemente aprovechaba el registro visual de la banda sonora impresa en la película de celuloide (de ahí la denominación «banda sonora»), pintando dibujos abstractos sobre el mismo soporte, de 35 milímetros. Incluso a veces no solo dibujaba lo que el espectador veía, también lo que escuchaba, puesto que la banda sonora del celuloide era reproducida por lectura óptica, es decir, según luces y sombras. Una poética unión entre el sonido y la imagen.
Os comparto dos excelentes corto-documentales sobre Norman McLaren que encontré en la web, uno de ellos antiguo pero perfecto para entender su técnica, el otro emitido el año pasado en TVE por el centenario de su nacimiento. También os propongo algunos de sus mejores cortos: Dots (1940), Boogie-Doodle (1940) y Begone dull care (1949).

«Cuando era adolescente, escuchando música, cerraba los ojos y la veía en formas y colores, moviéndose y bailando. Pero no sabía cómo hacer eso visible para otros. Cuando vi las películas de Oskar Fischinger supe que el cine podía ser el camino. Animando formas y colores podía expresar el espíritu de la música.» (N. McLaren).